Sergio en Escorpio (Sergio Anselmino)
"El Alma más profunda la respira el gigantesco mundo de las infatigables constelaciones, la respiran la resplandeciente piedra, las tranquilas plantas y la fuerza eternamente móvil de los animales."
(Himnos a la noche, Novalis)
La presente escultura es un monumento al Alma del Mundo. Al Mundo entendido como ser vivo compuesto de materia y espíritu. En sus dos significados: El Universo cuya alma se manifiesta sobre todo en los Cielos de la noche, y la Tierra cuya alma se manifiesta sobre todo en la Naturaleza.
"…Cuando el Autor de las cosas hubo formado a su gusto el Alma del Mundo dispuso dentro de ella el cuerpo del Universo y los unió juntando sus centros, redondeó el mundo hasta hacer de él una esfera, y puso las extremidades en todas partes a igual distancia del centro, lo que constituye la más perfecta de las figuras..."
"…luego le dio a la tierra la figura cúbica; la tierra es, en efecto, el más noble de los cuatro cuerpos elementales y el más apto para recibir una forma determinada..."
"…y el sólido que tiene la forma de una pirámide es el elemento y el germen del fuego."
(Timeo de Lócridas, Platón)
El Alma del Mundo es así mismo un homenaje a la Tierra, a esa diosa que con nombres diversos aparece en casi todos los mitos de origen y que, fecundada por el Cielo, engendra y nutre a cuantos seres habitamos en ella. La Madre Tierra, venerada históricamente por todos los pueblos pero torpemente maltratada en los tiempos actuales.
Madre María (Pórtico de la Gloria, Santiago)
Gaia o Gea (Ara Pacis, Roma)
Ibu Pertiwi o Madre Tierra
(Monas, Indonesia)
La tierra no es un ser muerto, inerte y mudo, sino un elocuente ser vivo, un organismo viviente. Incluso la piedra está viva… De la tierra nos llega el imperativo de cuidarla bien, es decir, de tratarla con esmero… Hay que tratar cuidadosamente lo bello. Es una tarea urgente, una obligación de la humanidad, tratar con cuidado la tierra, pues ella es hermosa, e incluso esplendorosa… Hemos perdido por completo la veneración a la Tierra. Hemos dejado de verla y de oírla.
(Loa a la Tierra, Byung Chul Han)
Anima Mundi (Robert Flood)
Anima Mundi (Durero)
Hasta donde hemos podido investigar, nunca se ha concebido una escultura o un símbolo tridimensional del Alma del Mundo. Sí hemos encontrado unos pocos grabados de siglos pretéritos. La idea en cambio está presente en los mejores fragmentos de incontables culturas. No solo en Platón. James Hillman evoca las tradiciones arcaicas de oriente y occidente, los Vedas, Lao Tzu, Plotino, los estoicos, las místicas judía y cristiana, Marsilio Ficino, Swedenborg, la mariología, la devoción sofiánica y la sejiná, Goethe y los románticos alemanes, los trascendentalistas estadounidenses, los filósofos pampsiquistas desde Leibnitz hasta Hartshorne, Peirce, Schiller, Whitehead. Fechner, Yeats, Rilke, William James, C. G. Jung, Bachelard, Roland Barthes, Lovelock, etc. y concluye:
“Lo que propongo tiene un noble linaje, y si cito estos nombres no es sólo para exhibir el pedigree de la idea sino para sugerir que es precisamente el Alma del Mundo la que les confiere a ellos nobleza."
(El lenguaje del Corazón, James Hillman)
Jorge Luis Borges, cuya memoria confiere nobleza a este proyecto, escribe así en "El Hacedor":
... En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, esos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y de los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas.
(Suárez Miranda; Viajes de varones prudentes, Libro Cuarto, cap XLV, Lérida, 1658)